Hace
muchos años cada vez que se producía algún accidente en la transmisión de la
electricidad, se hablaba del abandono en que se encontraba todo el sistema
eléctrico. La cantaleta del régimen era la misma: la culpa era de la Iguana,
del “rabipelao”, de la sequía, etc., nunca los responsables han asumido sus fallas.
Natural en un país sin conciencia colectiva y sin gente proba y responsable en
el poder.
Por
la forma como se desarrollaron los hechos, pareciera que fue un acto volitivo
de quienes tienen el poder. Hoy podemos decir, “yo te lo dije”, “no hiciste
caso”, “se veía venir”… Ocurrió. Ante un arrollador proceso donde el Presidente
Encargado va desarrollando su plan de acción, tenían que ponerle un detonante
que lo detuviera. “Idea genial”: tumbar el sistema eléctrico para frenarlo.
Lograron que el impulso con que venía se
perdiera y tuvo la necesidad de reformular el proceso; pero con otra variable
aún más grave, cuando el país entero se quedó sin energía eléctrica y, como
consecuencia de la desidia, falta de mantenimiento e impericia, todo el sistema
colapsó (no lo han podido recuperar en su totalidad), y más aún,
podría suceder otra vez. No calcularon las consecuencias cuando la energía no
puede ser controlada y se producen efectos colaterales como los incendios de
sub estaciones, de transformadores, etc. “Fueron por lana y salieron
trasquilados”.
Existe
ahora un gran silencio en quienes ejercen el poder. Ya la mentira, aunque la
repitan incesantemente, no puede ser ocultada. No se les ve ni se sienten.
¿Están huyendo? ¿Se están preparando para un ataque final? ¿Tienen otras
barajas debajo de la manga y la sacarán en su momento oportuno? No lo sabemos.
Debemos estar alerta porque el “animal herido es muy peligroso y es capaz de
cualquier cosa”.
Otro
aspecto importante, en este momento,
pareciera que el propio gobierno no confía en las Fuerzas Armadas y ha
recurrido, para defenderse, a los temibles y abominables colectivos, presos
comunes y otros grupos irregulares. Habrá que hacer una campaña para enseñarles
a sus integrantes, que ellos si serán responsables por los delitos que cometan porque
no son los responsables de las armas de la República. Si se identifica quiénes
son los culpables de cualquier delito en contra de la población, no se salvarán
de la justicia. En otras palabras, están siendo utilizados como tontos útiles,
que serán culpables de los hechos que pudieren
ocurrir.
Montréal,
20 de marzo 2019
Ligia
Valladares de Salcedo