mardi 11 mars 2014

Dicen que Chávez está “sembrado” en el Cuartel de la Montaña

Dicen que Chávez  está “sembrado” en el Cuartel de la Montaña. No se cómo estará sembrado porque no está en la tierra, sino en un mausoleo superficial. Eso no importa, lo que si interesa destacar es que está retoñando, con una gran frondosidad, en toda Venezuela,  lo que él sembró: ODIO, VENGANZA, RESENTIMIENTO, ENVIDIA, VIOLENCIA y en la MULTIPLICACIÓN (porque ahora pueden hablar  más personas; antes era un monólogo) de un lenguaje vulgar, soez, grosero, burlista, ridiculizando y satanizando a los que no le siguen. Con un lenguaje gestual agresivo y violento. Gritando como unos locos. Se tratan los problemas y hechos con mucha ligereza, culpando de todos los males a la oposición y al imperialismo  yanqui, como si acabaran de llegar al poder. ¡Tienen 15 años en el poder!  Las culpas son de ellos quienes han gobernado tanto tiempo. Casi como decir: tres gobiernos anteriores  para echarle las culpas (el período anterior era de cinco años).

Los retoños están en las agresiones que ha sufrido la sociedad civil al salir a manifestar, de acuerdo con la Constitución Nacional, por el rechazo a todo el estado de cosas que estamos viviendo. La violencia con saña, sevicia, actuando en gavilla, como nunca habíamos visto, pero que nos recuerda vívidamente, hace 55 años cuando llegó la revolución cubana al poder,   ensangrentó  el suelo cubano y comenzó la represión despiadada de la que todavía hace buenas demostraciones.  En conclusión: a las lícitas demandas de la población, los pliegos de peticiones que los marchantes tratan de entregar a los funcionarios competentes no son recibidos por nadie o lo hace un funcionario  subalterno. Pero no hemos visto que haya una respuesta para discutir, analizar y corregir los problemas, según dicen los peticionarios. La respuesta es plomo y  “me le echan gas del bueno”, como ordenó el difunto Presidente. Por esos delitos serán juzgados porque son de lesa humanidad.

Si sólo fuera el Ejecutivo, podríamos pasarlo, mas no aceptarlo. Están apoyados  por la docilidad y complacencia de un estado de Derecho no solo ciego, como se representa a la justicia, sino también sordo, mudo, supremamente ignorante y muy sumiso, según comentan los especialistas en esa materia. Pareciera que ni la Fiscal, ni la Defensora del Pueblo, ni los Magistrados del TSJ y, mucho menos los jueces y fiscales,  han visto nada, no saben nada y, en consecuencia, deciden según la voluntad del Jefe Mayor, quien le imparte las correspondientes órdenes, tal como le enseñó su comandante eterno. Por supuesto, que son instrucciones emanadas directamente de Cuba, cuyos habitantes viven en el “mar de la felicidad”: población domesticada para que no piense, ni tenga voluntad de cambio, ni anhele o aspire a una vida mejor, pobres gente esclava del poder de unos tiranos que se apoderaron del país bajo el engaño de una vida mejor. En otras palabras, de unos estafadores. Y ese es el modelo que nos han ido aplicando en  estos 15 años. Por esa “debilidad” de su entrega al régimen castro- comunista, deberán también ser juzgados por traición  a la patria.

Al gobierno no le interesa lo que piensa  la otra mitad del país a la cual no ha querido escuchar, ni ha respetado en sus derechos. No son venezolanos, son apátridas, es decir, que no tienen patria.

No creo, que al día de hoy, ellos sepan por qué se protesta en las calles, solo le temen a que les den un golpe de Estado. Eso es lo que los asusta.  No les importa ni les conmueve el pueblo.

Desde el punto de vista político estamos en una anarquía. El gobierno tiene, como mínimo, tres grupos en pugna. La oposición ¿cuántos tiene? tiene como cuatro según mi apreciación. Uno de ellos, pienso, es una quinta columna del gobierno (un “grupo” formado por gente que se dice independiente, pero que le hace el trabajo al gobierno dividiendo y contribuyendo a desintegrar a la oposición). La anarquía  del gobierno no me interesa en este momento. La de la oposición sí.

Pareciera que  cada grupo actúa independientemente, con objetivos y estrategias propios. Unos quieren un cambio rápido de gobierno y los otros desean una transición pacífica por la vía electoral.  Además, se ha sumado la gente que está harta, hastiada y que desea que haya un cambio profundo, quienes se insertan en cualquier acción que le parezca protesta efectiva; o sea, siguen instrucciones sobre barricadas, marchas o protesta, no importa quien las convoque. La periodista Argelia Ríos, en un artículo del viernes 7 de junio decía que lo que existe es un movimiento de INDIGNADOS. Me parece bueno el término, pero ¿indignados sin metas u objetivos comunes y sin estrategias de acción planificadas? no nos van a llevar a ningún lado, como pasó en España. Al momento de llegar a grandes decisiones, que creo estamos próximos, si no existe una unidad, como grupo opositor, no vamos a tener vida y el esfuerzo, la sangre derramada,  las heridas del alma que quedan en quienes han sido víctimas, las pérdidas económicas,   etc., se habrán perdido y no habremos alcanzado ningún objetivo. Por otra parte,  se imaginan ustedes llegando al poder de repente ¿cómo vamos a  desmontar toda su estructura? las fuerzas armadas, divididas y muy pervertidas, los grupos de civiles armados, la misma delincuencia común que ahora más que nunca se ha desatado porque no tiene quien la contenga?

Por otro lado, tenemos que tomar en cuenta la otra parte del país, que  en mi apreciación,  no es la mitad, sino un tercio,  que está de acuerdo con el gobierno. Si hacemos lo mismo que ellos, que nos ignoraron y no nos tomaron en cuenta para nada, estaremos criando los próximos indignados.

Otra cosa que me pregunto: ¿hasta cuándo los estudiantes pueden seguir aguantado y seguir poniendo las víctimas de este movimiento? ¿Es que acaso hay una estrategia para darles suministros, apoyo humano, asistencia médica, etc.? ¿Quién se encarga de eso? Por fuentes familiares, tantos los muchachos como las personas que viven en las zonas afectadas del Táchira, hace ya un mes, están pasando hambre  y no sienten el apoyo efectivo de la comunidad.


¡Si no nos unimos perdemos!

Ligia Valladares de Salcedo

lundi 10 mars 2014

¿Cumplo con mi deber o me tienen que obligar?

Luego de las barbaridades de la Sra. Fiscal de la República en los últimos días, le pedía  mi padre que escribiera al respecto … aquí un artículo escrito por Él y publicado en Reporte Católico Laico
Jesus “ChuCho” Salcedo
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El título de esta reflexión parece absurdo.  ¿Cómo es eso… que debo  hacer algo,  y me  tienen que obligar a que lo haga? ¿Y dónde queda mi responsabilidad  moral y legal? En ese orden.
Esto viene a cuento porque  dice la Ley que,  cuando la  policía de investigaciones penales  tenga conocimiento, de cualquier modo, de la comisión de un hecho punible de acción pública, se  dispondrá que  se practiquen las diligencias  tendentes a la investigación. Ese es su deber. Si es deber de un organismo policial hacerlo, cuánto más lo será para  su jefe jerárquico. Ninguno de los dos  puede excusarse  con que no se ha  enterado de ello (Enterado de qué: ¿De que se cometió el delito, o de  la obligación  moral y legal  que tienen de actuar?, me pregunto). Ese jefe jerárquico de la policía es la Fiscalía General de la República, parte del Poder Moral Republicano. ¡Moral…!
En pedagogía se  permite usar el argumento de la exageración y del absurdo, cuando se busca que el alumno capte  lo que se está enseñando. En estos tantos años de  enseñanza universitaria en esta materia del  mundo penal, algo  he aprendido.
No es la primera vez que  dice,  ese superior jerárquico, a través de los medios de comunicación (hecho notorio  comunicacional, que no necesita prueba) que no se procede a investigar  tal delito porque se ignora  su comisión.
En clase  les hacía saber a mis alumnos que  eso era una “barbaridad” producto  de una ligereza (¿ignorancia?). Les  traía ejemplos:
Un oleoducto, en nuestra  Venezuela petrolera,  reventó y causó  daños. Los medios de comunicación llegaron al sitio del suceso y la noticia se  divulgó.
Una poblada  linchó a un hombre que  cometió un crimen horroroso. La prensa estuvo allí y comunicó.
La prensa divulgó  el descubrimiento de  un gran lote de droga en un determinado lugar.
Una bomba  estalló  en la silla donde se iba a sentar una persona  en un acto público. Esa persona, alto funcionario del Estado, por suerte, no estaba allí.
Doy otros ejemplos  en clase.
No se abre la averiguación porque,  a los órganos encargados  de ello,  no les ha llegado la denuncia y hasta se llegó a afirmar públicamente que esa denuncia tenía que ser “circunstanciada”.
¿Se ignora que  las formas  para proceder a una investigación penal son: ex -officio  (de oficio), por denuncia  o por querella?  ¿Se ignora, o se  manipula?  pregunto. Lo dejo a su escogencia.
Les explico a mis alumnos lo que es el procedimiento de oficio, primero en términos asimilables para todo público y, después,  lo llevo al campo jurídico. Digo: Es como si el Decano y el Director de la Escuela me dijeran: profesor, Ud. tiene que preparar  las  clases, hacer los exámenes, presentar las calificaciones oportunamente, y mantener la disciplina en la clase. ¿Me lo tienen que  decir a mí como profesor?  No. Ese es mi oficio. Por eso, cuando  hago lo que tengo que hacer, es por obra de mi ministerio, de mi trabajo, de mi oficio. Ese procedimiento se llama “de oficio”, “ex – officio”. Se actúa motu proprio  (valga el paréntesis: mucha gente, entre ellos abogados, dicen, a motus propio, de motus propio. No es correcto).
¿En los delitos de acción pública se debe actuar sin denuncia? Si.
Esta reflexión,  que pretende ser  de fácil asimilación, a lo mejor es útil  para el que quiera aprender a  usarla correctamente.

Juvenal Salcedo Cárdenas
Abogado, profesor universitario

Ex Magistrado de la Corte Suprema de Justicia