Dicen que Chávez está “sembrado” en el Cuartel de la Montaña.
No se cómo estará sembrado porque no está en la tierra, sino en un mausoleo
superficial. Eso no importa, lo que si interesa destacar es que está retoñando,
con una gran frondosidad, en toda Venezuela,
lo que él sembró: ODIO, VENGANZA, RESENTIMIENTO, ENVIDIA, VIOLENCIA y en
la MULTIPLICACIÓN (porque ahora pueden hablar
más personas; antes era un monólogo) de un lenguaje
vulgar, soez, grosero, burlista, ridiculizando y satanizando a los
que no le siguen. Con un lenguaje gestual agresivo y violento. Gritando como
unos locos. Se tratan los problemas y hechos con mucha ligereza, culpando de
todos los males a la oposición y al imperialismo yanqui, como si acabaran de llegar al poder. ¡Tienen
15 años en el poder! Las culpas son de
ellos quienes han gobernado tanto tiempo. Casi como decir: tres gobiernos
anteriores para echarle las culpas (el
período anterior era de cinco años).
Los retoños están en las
agresiones que ha sufrido la sociedad civil al salir a manifestar, de acuerdo
con la Constitución Nacional, por el rechazo a todo el estado de cosas que
estamos viviendo. La violencia con saña, sevicia, actuando en gavilla, como
nunca habíamos visto, pero que nos recuerda vívidamente, hace 55 años cuando
llegó la revolución cubana al poder, ensangrentó el suelo cubano y comenzó la represión
despiadada de la que todavía hace buenas demostraciones. En conclusión: a las lícitas demandas de la
población, los pliegos de peticiones que los marchantes tratan de entregar a
los funcionarios competentes no son recibidos por nadie o lo hace un
funcionario subalterno. Pero no hemos
visto que haya una respuesta para discutir, analizar y corregir los problemas, según
dicen los peticionarios. La respuesta es plomo y “me le echan gas del bueno”, como ordenó el
difunto Presidente. Por esos delitos serán juzgados porque son de lesa
humanidad.
Si sólo fuera el Ejecutivo,
podríamos pasarlo, mas no aceptarlo. Están apoyados por la docilidad y complacencia de un estado
de Derecho no solo ciego, como se representa a la justicia, sino también sordo,
mudo, supremamente ignorante y muy sumiso, según comentan los especialistas en
esa materia. Pareciera que ni la Fiscal, ni la Defensora del Pueblo, ni los
Magistrados del TSJ y, mucho menos los jueces y fiscales, han visto nada, no saben nada y, en
consecuencia, deciden según la voluntad del Jefe Mayor, quien le imparte las
correspondientes órdenes, tal como le enseñó su comandante eterno. Por supuesto,
que son instrucciones emanadas directamente de Cuba, cuyos habitantes viven en
el “mar de la felicidad”: población domesticada para que no piense, ni tenga
voluntad de cambio, ni anhele o aspire a una vida mejor, pobres gente esclava
del poder de unos tiranos que se apoderaron del país bajo el engaño de una vida
mejor. En otras palabras, de unos estafadores. Y ese es el modelo que nos han ido
aplicando en estos 15 años. Por esa
“debilidad” de su entrega al régimen castro- comunista, deberán también ser
juzgados por traición a la patria.
Al gobierno no le interesa lo que
piensa la otra mitad del país a la cual
no ha querido escuchar, ni ha respetado en sus derechos. No son venezolanos,
son apátridas, es decir, que no tienen patria.
No creo, que al día de hoy, ellos
sepan por qué se protesta en las calles, solo le temen a que les den un golpe
de Estado. Eso es lo que los asusta. No
les importa ni les conmueve el pueblo.
Desde el punto de vista político
estamos en una anarquía. El gobierno tiene, como mínimo, tres grupos en pugna.
La oposición ¿cuántos tiene? tiene como cuatro según mi apreciación. Uno de
ellos, pienso, es una quinta columna del gobierno (un “grupo” formado por gente
que se dice independiente, pero que le hace el trabajo al gobierno dividiendo y
contribuyendo a desintegrar a la oposición). La anarquía del gobierno no me interesa en este momento.
La de la oposición sí.
Pareciera que cada grupo actúa independientemente, con
objetivos y estrategias propios. Unos quieren un cambio rápido de gobierno y
los otros desean una transición pacífica por la vía electoral. Además, se ha sumado la gente que está harta,
hastiada y que desea que haya un cambio profundo, quienes se insertan en
cualquier acción que le parezca protesta efectiva; o sea, siguen instrucciones
sobre barricadas, marchas o protesta, no importa quien las convoque. La
periodista Argelia Ríos, en un artículo del viernes 7 de junio decía que lo que
existe es un movimiento de INDIGNADOS. Me parece bueno el término, pero ¿indignados
sin metas u objetivos comunes y sin estrategias de acción planificadas? no nos
van a llevar a ningún lado, como pasó en España. Al momento de llegar a grandes
decisiones, que creo estamos próximos, si no existe una unidad, como grupo
opositor, no vamos a tener vida y el esfuerzo, la sangre derramada, las heridas del alma que quedan en quienes
han sido víctimas, las pérdidas económicas,
etc., se habrán perdido y no
habremos alcanzado ningún objetivo. Por otra parte, se imaginan ustedes llegando al poder de repente
¿cómo vamos a desmontar toda su
estructura? las fuerzas armadas, divididas y muy pervertidas, los grupos de
civiles armados, la misma delincuencia común que ahora más que nunca se ha desatado
porque no tiene quien la contenga?
Por otro lado, tenemos que tomar
en cuenta la otra parte del país, que en
mi apreciación, no es la mitad, sino un
tercio, que está de acuerdo con el
gobierno. Si hacemos lo mismo que ellos, que nos ignoraron y no nos tomaron en
cuenta para nada, estaremos criando los próximos indignados.
Otra cosa que me pregunto: ¿hasta
cuándo los estudiantes pueden seguir aguantado y seguir poniendo las víctimas
de este movimiento? ¿Es que acaso hay una estrategia para darles suministros,
apoyo humano, asistencia médica, etc.? ¿Quién se encarga de eso? Por fuentes
familiares, tantos los muchachos como las personas que viven en las zonas
afectadas del Táchira, hace ya un mes, están pasando hambre y no sienten el apoyo efectivo de la
comunidad.
¡Si no nos unimos perdemos!
Ligia Valladares de Salcedo